Se deben tomar las medidas de precaución estándar cuando se atienda a cualquier paciente, sin importar si es un caso de COVID-19 confirmado o presunto. El personal de atención médica que vea a pacientes con síntomas que sean incluso leves1 y puedan coincidir con los de COVID-19 (p. ej., tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, dolores musculares) deberían usar todo el EPP recomendado durante la interacción con el paciente (guantes, bata, protección respiratoria —que como mínimo tenga el nivel de protección de un respirador con mascarilla de filtrado N95 desechable de ajuste comprobado, certificado por NIOSH o, si no hay un respirador disponible, una mascarilla— y protección para los ojos, es decir, gafas de protección o un protector facial desechable que cubra el frente y los costados de la cara).
Estudios recientes indican que las personas que están infectadas pero que no presentan síntomas probablemente tengan también un papel en la propagación del COVID-19. Esto pone de relieve la importancia de usar las prácticas de prevención con todos los pacientes, como el distanciamiento social, la higiene de las manos y la descontaminación de superficies. Además, se recomienda la aplicación de un control universal de fuentes2 a todas las personas que entren a un centro de atención médica. Si el paciente no presenta síntomas de COVID-19, ni siquiera leves, entonces no se requiere el uso de las precauciones específicas para el COVID-19, pero su uso podría considerarse en las regiones con alta incidencia de COVID-19 en la comunidad.
1 Note: Además de la tos y la dificultad para respirar, se han notado síntomas no específicos, como dolor de garganta, mialgia, fatiga, náuseas y diarrea como síntomas iniciales en algunos casos de COVID-19. Estos síntomas pueden tener varias explicaciones alternativas; sin embargo, la falta de identificación e implementación de medidas de precaución adecuadas en un entorno de atención médica en las personas infectadas por el virus que causa el COVID-19 puede contribuir a la transmisión generalizada en ese establecimiento debido a la presencia de pacientes susceptibles y las interacciones cercanas con el personal de atención médica. Por esta razón, el personal de atención médica debería incluir los síntomas leves y no específicos, y una temperatura más baja de 100.0 oF, al evaluar a estos pacientes con el fin de aumentar la capacidad de detectar aun los casos leves de COVID-19. Hay información adicional disponible sobre la presentación de pacientes con COVID-19
2 Las cubiertas de tela para la cara no se consideran EPP debido a que se desconoce su capacidad para proteger al personal de atención médica. Si hay mascarillas disponibles, se deberían reservar para el personal de atención médica. Para los visitantes y los pacientes, podría ser adecuado el uso de cubiertas de tela para la cara. Si un visitante o un paciente llega a un centro de atención médica sin cubierta de tela para la cara, se puede usar una mascarilla, si hay suministros disponibles, para realizar el control de fuentes.